domingo, 12 de octubre de 2008

Arte

Arte es todo aquello que estimula las emociones. Y no hay nada más libre que eso, pues nada ni nadie puede adueñarse de aquello que nos hace humanos. Un sencillo y profundo escalofrío es la señal inequívoca de que lo que vemos, oímos, gustamos, olemos e, incluso, tocamos nos hace sentir vivos. No necesariamente ha de ser una sensación gratificante, pero siempre será patente. Luego cada cual debe interpretar esos sentimientos y concluir sobre sus preferencias. Acotar la creación es totalitarismo. La capacidad de elección es signo de raciocinio y libertad. Y si se hubiese impuesto el deseo canónico de los ortodoxos acerca del arte, aún estaríamos pintando monigotes en las cavernas.

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